'Un mundo secreto', película mexicana que fue postproducida gracias al proyecto Cine en Construcción, triunfó en Generation

23.02.12 - 03:39 - BEGOÑA DEL TESO | BERLÍN.

 La Postdamer Platz es el lugar donde no solo se juntan, cruzan y dispersan el metro, los autobuses, y la S Bahn berlinesa, donde el antiguo Este y el viejo Oeste pierden sentido y se hacen uno, moderno y sagaz en dirección a la Puerta de Brandenburgo y el bosque desnudo de Tiergarten. En la Postdamer se revuelven creadores, cazadores y compradores de imágenes en movimiento. Pero allí, a tres pasos de la Marlene Dietrich Platz y a uno y medio del Martin Gropius -Bau, sabrosa sede de la sección gastronómico- cinematográfica más apetitosa de la Berlinale, esa donde Mugaritz sirvió su potaje meloso de alubias y cebolla, también resulta que todos los festivales del mundo se encuentran, se miden, se desafían y se apoyan. Anuncia 'The Hollywood Reporter' que ya están abiertas las inscripciones para el Tribeca de Nueva York y los orgullosos gays berlineses (odian ser llamados 'homos' y reivindican dos palabras que ayer fueron insulto: maricas y tortilleras) convocan a la gran fiesta de entrega de su premio, el Teddy, (línea dura de gays peludos) que ya es tan importante como el Caligari que otorga la sección Forum, el Ángel Azul al mejor filme europeo o el Alfred Bauer a la pieza de celuloide más innovadora. Aquí descubres mercados que no sabías que existieran y te citan para unos días más tarde en el Croma, encuentro de cine animado y videojuegos que sucedía por primera vez en el DF mexicano. En Berlín el cine se compra y se come, se anuncia y se lleva en los celulares y en las tabletas. Al otro lado del bosque de las fieras, cerca del Reichstag, en la Haus der Kulturen der Welt, edificio multicultural, multiétnico y multidisciplinar, se juntan y se mezclan las criaturas que crean, sostienen y difunden el cine que uno ya debería haber visto cuando alcanza la edad adulta.

Ver cine a los 16

La Berlinale contiene en sus entrañas no solo secciones como Forum, Panorama o las retrospectivas sino otro auténtico festival llamado Generation donde niños y niñas de hasta 14 años y adolescentes de esos y esas que saben que tener, por ejemplo 16 es un mal rollo, contemplan un cine nada compasivo, nada dulzón, nada timorato en el que no se les hurta ni la muerte ni el sexo, ni la tristeza ni la felicidad. De hecho, el jurado joven premió 'Lal Gece', un filme turco sobre la noche de bodas de una niña de 14 años y un asesino de más de 45. Los niños otorgaron su Oso de Cristal a 'Arcadia', la huida hacia adelante de un hombre zarandeado por la vida al que acompañan sus tres hijos que no tienen ninguna información sobre lo que pasa pero lo intuyen todo. Fue allá, en la HKW, donde se estrenó, se aplaudió a rabiar y se discutió largamemte 'Un mundo secreto', película mexicana de Gabriel Mariño que pudo ser postproducida gracias al apoyo recibido por el proyecto que el Zinemaldia de Donostia comparte con los Rencontres de Toulouse: Cine en Construcción, creado para rematar, con medios y dinero el cine latino más interesante. 'Un nundo secreto' cuenta el viaje hacia el mar de una muchacha que recién acabó en la escuela y no tiene muy claro quién es o por qué está en este mundo tan pendejo. Se cruza María con todos los rostros de un México en caída libre. Su camino acabó llevándole de Vizcaino, donde reposan las ballenas, a Donostia y Tiergarten.